VIEJITO PASCUAL
Viejito pascuero, te pido para navidad
una muñeca muy linda que diga mamá.
Que tenga un precioso vestido, un hermoso collar,
zapatitos dorados y que sepa caminar.
Sólo esto te pido Viejito Pascual
¡Por favor, sé buenito, no te vayas a olvidar!
G I N A
MI NIÑA
Al arrullo de las olas mi niña se ha dormido
en un lecho de blanda arena suavemente la he tendido.
Desde el cielo amoroso el sol la ha acariciado
y besando su carita absorto la ha contemplado.
Un susurrar de sirenas a mi niña ha despertado,
y tomándola en mis brazos con ternura la he mimado.
G I N A
EL ANCIANO
El tiempo implacable ha dejado su piel rugosa, sus cabellos canos.
Su sonrisa se ha vuelto melancólica ha huido la alegría de antaño.
Su mirada quieta ya no tiene el brillo luminoso del tiempo pasado.
Sus pupilas reflectantes como espejos hoy parecen dos cristales opacados.
El anciano es como un niño pequeño que está dando sus primeros pasos,
necesita nuestro apoyo, nuestro afecto, nuestro amor,
nuestra ayuda, nuestro brazo.
G I N A
ME LO DIJERON TUS OJOS
Mi vida, no me digas nada pues lo que tus labios quieren decirme
ya me lo dijo tu mirada. He leído en tus ojos y he comprendido que ya lo nuestro se ha terminado.
Que tus promesas y juramentos fueron sólo frases que el viento se ha llevado.
Que todos mis sueños e ilusiones fueron espejismos y se esfumaron.
Mi vida no me digas nada, porque cuando el amor se va, están demás las palabras.
Mi vida no me digas nada, si lo que llegó con la noche se ha ido con la alborada.
G I N A
CANTO A LA REINA
Allá en la pampa donde el sol ardiente
curte los rostros de mineros esforzados,
naciste cual una flor bellísima e imponente
con tu seño de reina ya trazado.
El viento de la pampa fue el primero
en cantar a tu grácil belleza con agrado,
y el astro rey ha ceñido con esmero
sutil corona que tus cabellos ha dorado.
Eres como un milagro floreciente
que de estas áridas tierras ha brotado,
para alegría y orgullo de nuestra gente
a la que con tu gracia y belleza has cautivado.
De los hijos del salitre en este día
en homenaje a la mujer norteña
como fiel representante fuiste la elegida
y te coronamos reina de esta primavera.
G I N A
O’HIGGINS
Valiente O’higgins, al pronunciar tu nombre
mi pecho se agita orgulloso dentro de mí,
al recordar tu valentía y heroísmo
cuando la patria necesitó de ti.
Fuiste hombre fuerte y decidido,
No temiste al enemigo enfrentar.
Al cargar el fusil jamás tembló tu mano
Nos legaste un ejemplo muy digno de imitar.
Como buen chileno yo quiero agradecerte
lo que hiciste por mi patria y nuestra libertad.
Por llenar de gloria las páginas de su historia
y por tu hermoso gesto de nobleza y lealtad.
G I N A
MI HIGUERA
Mi higuera se pone triste al llegar la primavera,
al ver a todos los árboles, llenos de flores, menos ella.
Yo he plantado un rosal muy juntito a mi higuera
ya verán que contenta se pondrá, cuando llegue la primavera.
Se cubrirá de bellas rosas, de esas de enredadera
así será la más linda de toda la arboleda.
G I N A
ACRÓSTICO A PRAT
A l recordar la epopeya de Iquique
R endir quisiera un homenaje a Prat
T emerario y valiente marino
U n héroe grandioso, de fama inmortal
R endirte jamás pasó por tu mente
O rgullo de Chile fue tu hazaña sin par
P rometiste no arriar nuestra bandera
R ealzando su belleza se hundió en el mar
A l arengar a tus valientes muchachos
T us palabras fueron decididas y firmes
Ch ile, no sería rendido jamás
A ntes que arriar la bandera preferiste
C on honor tu vida ofrendar
O rgullosos los chilenos nos sentimos
N unca olvidaremos tu heroísmo y lealtad
G I N A
LA CONTAMINACIÓN
Que pena tan honda siento, cuando pienso
como la inconciencia del hombre
sin compasión destruye con egoísmo nuestro planeta
alterando así, su bellísima creación.
Dios al formar la tierra, la hizo hermosa llena de vida,
luz y color y hoy agoniza como una pobre vieja
por causa de la horrible contaminación.
Sería grandioso que cada hombre tome conciencia de la situación
y luche sin tregua por rescatarla de tan horrenda y terrible destrucción.
Que cada uno haga lo suyo para que ella recobre su condición
de tierra limpia y pura que tuvo siempre, y esa belleza que le dio el Señor.
G I N A
MI PASEO CON LEAL
Corría una suave brisa, era un día primaveral,
yo caminaba contento junto a mi perro Leal.
Era una tarde muy bella, que invitaba a pasear,
mientras el sol muy radiante Se reflejaba en el mar.
Una lancha muy inquieta no se cansaba de jugar
con las olas bulliciosas y de eterno ondular.
Pero la tarde perdió su brillo al vestir su traje crepuscular,
y muy pronto las estrellas comenzaron a asomar.
Los grillos bajo las piedras se pusieron a cantar
yo me acordé de mis padres y casi me pongo a llorar.
Echamos a correr muy ligero, mamá esperaba en el umbral
con un chicote de cuero para mí y para Leal.
G I N A