CUANDO SEAS MADRE
Hija cuando seas madre entonces tú sabrás
que no ha habido dicha mayor para ti ni la habrá
que escuchar el primer llanto de tu niño al nacer
y la primera vez que te llame “mamá”.
G I N A
EL MOLINILLO DE MAMÁ
Hoy sólo queda de ti un fierro oxidado
útil herramienta de una mujer pampina.
Crujía entre tus dientes el trigo tostado
hasta convertirse en suavísima harina.
Si pudieras contarnos tu ruidosa historia
nacida en la árida pampa taltalina
Nos dirías que unas manos laboriosas
con esmero día y noche te movían.
Guardo desde niña el recuerdo en mi mente
del rechinar de tu bulliciosa monotonía
y de esas inquietas e incansables manos
las manos virtuosas de mi madre pampina.
G I N A
NIÑA DE MIRADA TRISTE
Niña de mirada triste ¿por qué te empeñas en llorar?
Tus lágrimas te impiden ver la vida que es hermosa de verdad.
Yo quisiera despertarte con un canto matinal
de un concierto de avecillas que te hiciera suspirar.
O quizás te llevaría a mi jardín a contemplar
las rosas más hermosas que tú te puedas imaginar.
O tal vez te ofrecería la dicha de contemplar un sinfín de mariposas
que allí jugando están.
Niña de mirada triste alegra ya tu corazón
que en cada cosa verás belleza porque en ellas verás al Señor.
G I N A
LAS MANITOS DE MI NIÑA
Las manitos de mi niña se asemejan a la espuma
que jugueteando traviesa se pierde en la arena húmeda.
Como la espuma son blancas y suaves como la luz de la luna
mientras las contemplo dormidas mis manos mecen su cuna.
Las manitos de mi niña son más blancas que la espuma
que jugueteando traviesa entre la arena se esfuma.
G I N A
LA MUÑECA VIEJA
En un rincón olvidado permanece quieta la muñeca vieja
en sus ojos hay una tristeza reflejada.
Su frente y sus talones están todos rotos por la acción del tiempo
que todo lo desgasta. Su vestido raído deja ver su pequeño ombligo.
En su único brazo extendido está la palma de su mano
vuelta hacia delante como en actitud de pedir algo.
¿Qué pedirá la muñeca de mirada triste? ¿Pedirá una caricia?
o quizás que esa niña que antes fue su dueña
y que ahora ya es mujer vuelva a jugar con ella.
G I N A
PRIMAVERA
Ya llegó la primavera vestida de mil colores.
Han salido a saludarla abejas, pájaros y flores.
Ha llegado muy radiante cantando por la pradera.
Su aliento llena el aire de un olor a madreselvas.
Las avecillas entonan sus trinos en la floresta
y todo el valle ha tomado un lindo ambiente de fiesta.
Las mariposas ya visten sus lindas prendas de gala
y en una danza de ensueño nos van deleitando el alma.
G I N A
AÑORANZA
Amor ha pasado ya mucho tiempo
desde que la vida de ti me separó
No obstante, aún vives prendido a mi recuerdo
como el nido al árbol que el viento deshojó.
Dime amor ¿Qué pasó contigo?
¿acaso la distancia extinguió la llama de tu amor?
Quizás sueñes con otra, las mismas cosas bellas
que ayer ilusionados soñáramos los dos.
¡No, no es posible! que hayas olvidado
nuestras citas en la playa, y aquella puesta de sol
las largas caminatas sobre arenas doradas
y ese aletear de gaviotas que nuestro beso interrumpió!
Amor hoy he vuelto al lugar tan querido
donde tomados de la mano solíamos correr.
He caminado sin prisa con los ojos cerrados
imaginando que estás conmigo como si fuera ayer
más de pronto los he abierto, buscando nuestras huellas
pero ya no existe nada, la marea las borró.
Ya no están nuestros nombres que un día escribimos
ni los corazones que tu mano en la arena dibujó.
G I N A
EL REGALO DE MAMÁ
Muñequita de trapo, rellenita de lana
que una noche buena, mamá me regaló.
La hizo con ternura e inmenso cariño
mientras en mi camita placidamente dormía yo.
Por eso hoy ya adulta, quisiera yo expresarle
la inmensa alegría que mi corazón sintió
al recibir aquella nochebuena
la muñequita de trapo que ella me regaló
G I N A
PARA TI MAMITA CON AMOR
Mamita si yo pudiera alcanzar el cielo
cogería una estrella de hermoso fulgor,
y como un brillante la prendería en tu pecho,
para así demostrarte cuán grande es mi amor.
Más sé que es imposible este bello anhelo
que late y se agita en mi corazón,
lo guardaré en mi alma como un hermoso sueño
y me conformaré con darte un beso y una flor.
G I N A