“Es, cuando nace la leyenda del “Alquimista del Toco” y de su piedra filosofal blanca a la que él llamaba “Santa Fe”, pués esta tenía el poder de convertir los elementos de esa tierra calichosa en el preciado oro blanco”.
Siempre se creyó que por su apariencia estéril, y por situarse en pleno desierto de Atacama, la pampa del Toco carecería de todo buen producto. Incluso los españoles en su paso y conquista por el norte grande lo manifestaron al no establecerse en este lugar, y avanzar hacia el sur donde el verdor que embellece esos parajes les prometía un futuro esplendor. Pero ignoraron que bajo los sempiternos cerros con apariencia de elefantes arrugados yacían fuentes de inagotables riquezas. No obstante, hubieron hombres que se atrevieron a desafiar a este desierto, y al desierto ¡más árido del mundo!, porque sus miradas muy profundas traspasaron los límites humanos y descubrieron el oro a raudal de esta tierra inhóspita que se negaba a ser transgredida.
Uno de ellos fue el alemán Henry Sloman en el tiempo del salitre, a fines del siglo XIX; quien había escuchado acerca de la pampa "El Toco", de que esta no tenía fama de ser muy productiva, ya que el salitre de ese lugar era de poca concentración, pero a pesar de esto Sloman construyó allí su primera oficina salitrera “Buena Esperanza”, luego “Rica Aventura”, “Santa Fe”, etc. entre varias. Y conforme a esta gran “Fe” (su piedra blana) él logró ver las maravillas de esta noble tierra, porque la que era llamada “estéril” ahora comenzaba a dar su fruto, y a ciento por uno, de manera tal que la explotación del salitre sobreabundó en ese lugar. Por eso mismo a comienzos del siglo XX, Hamburgo la ciudad alemana de Sloman llego a ser el puerto de tránsito más grande del mundo para el salitre chileno, y esto era porque entonces, la "Pampa del Toco" estaba produciendo nitrato y exportándolo al mundo.
"Fue el Alquimista del Toco, el de la piedra filosofal blanca, que hizo fructificar con su "Santa Fe" al desierto más esteril del planeta. Y que ahora volvía triunfante y rico hasta Hamburgo, la ciudad hanseática que un día le vio partir".
Wilma Segovia Arévalo
Algo de Historia sobre el "Cantón del Toco”
En 1879, en la Pampa “El Toco” se instalaron nuevas explotaciones, las cuales inician sus actividades a partir de 1890 y conformaron lo que se conoce como oficinas del cantón “El Toco”, y cuyo destino de embarque fue el puerto de Tocopilla. Ahora bien, las oficinas salitreras se ordenaron administrativamente en función de los conceptos de cantón y ramal. Un cantón correspondía al conjunto de oficinas que compartían un mismo puerto de embarque para su producción; éstas se organizaron administrativamente bajo el término de ramal. Así, existían dos ramales, por una parte el ramal norte, conformado por las oficinas San Andrés, Santa Fe, Iberia, Gruta o Grutas, Prosperidad, Rica Aventura y Buena Esperanza. Por otra parte, el ramal sur, conformado por las oficinas Empresa, Peregrina, Santa Isabel, Coya Sur, José Francisco Vergara, María Elena y Pedro de Valdivia. Posteriormente, el ramal norte y parte del ramal sur se organizó, administrativamente, en cuanto cantón y fue denominado El Toco. El cantón El Toco, geográficamente, comprendía el Llano de la Paciencia por el sur, la Pampa del Miraje al centro, y la Pampa Negra por el norte, quedando limitado al oriente por el río Loa. La zona de Pampa Negra “constituyó la parte más importante del área, ya que incluyó las oficinas Iberia, Gruta, Prosperidad, Rica Aventura, Buena Esperanza, Empresa y Toco.
En cuanto al abastecimiento de los cantones, éste se desarrollaba paralelamente a la explotación, como señala un informe de la Intendencia de Antofagasta, “[…] los animales internados son para el consumo inmediato de Calama, Antofagasta y salitreras del Toco y permanecen en aquel caserío (cercano a San Pedro de Atacama) sólo el tiempo indispensable para reponerlos del largo viaje a través de la Cordillera”. Lo interesante es que la industria de animales estaba bien organizada para esos años con lugares determinados de engorda en los principales puertos del norte para luego llevarlos a la pampa faenados: “El ganado del Chaco se lleva a los campos de alfalfa y de maíz en donde son engordados para el viaje que deben hacer a través de la cordillera hasta las salitreras o poblaciones de Chile; el principal producto de Salta, tanto ahora como en los siglos pasados es el ganado vivo, un típico producto de frontera”
.Como se ha señalado el sistema de abastecimiento de los alimentos básicos se implementó rápidamente y, como ejemplo de ello podemos señalar que la empresa formada por Baburizza & Cia., se transformó en la proveedora de carne para las 24 oficinas salitreras de propiedad de The Lautaro Nitrate Company Ltda., con un consumo mensual de 600 animales, de los cuales 150 eran solamente para el matadero de Antofagasta. Los animales:
“[…]eran traídos desde la República de Argentina, Salta, donde la firma había adquirido extensas haciendas para criar sobre 5.000 animales, engordar, invernar y exportar, realizando su traslado en dos semanas por San Pedro de Atacama donde contaba con 28 hectáreas de terreno totalmente alfalfados y debidamente apotrerados. En Calama existían varios fundos […] En Antofagasta los corrales estaban situados en la calle Iquique esquina Quito con una superficie de 12.000 metros cuadrados para una capacidad de 500 animales. Los cueros eran exportados a los mercados de Liverpool, Havre, y Hamburgo”
Lo anterior merece a lo menos dos comentarios o reflexiones. Por una parte hablamos de un intenso comercio para el abastecimiento de las oficinas, comercio que involucra los territorios desde Argentina al puerto de Antofagasta, e incluso el mercado internacional. Pero también nos habla de un intenso y constante tráfico de caravanas con recuas de animales, de potreros y haciendas que servían para la engorda y procesamiento de la carne, todo lo cual nos puede iluminar acerca de aquellos asentamientos precarios en los extramuros de las oficinas y en los despoblados de la extensa pampa nortina.
Al igual que en la zona de Tarapacá, son las propias oficinas las que cuentan con una pulpería que son “los almacenes y tiendas instalados por los empresarios para expender comestibles, vestuarios y otros artículos dentro de las salitreras, nacieron como producto de una auténtica y perentoria necesidad regional. Área despoblada a todo lo largo del cordón calichero y vacía de los elementos naturales más básicos para la existencia del hombre, comenzando por el agua”.
Para la extracción y elaboración del salitre se emplearon un promedio de 800 trabajadores por oficina, lo que sumado a sus familias y personal de la Administración en cada una de ellas, nos arroja un número cercano a las 10.000 personas en los años de mayor actividad viviendo en este Cantón. En cuanto al abastecimiento de la población, las fuentes indican que: “Las salitreras del Toco eran abastecidas normalmente por el puerto de Tocopilla, pero las verduras eran traídas desde los pueblos del interior como: Quillagua, Calama, Chiu-Chiu, Huatacondo, Pica y Matilla”. Una de las quejas más escuchadas entre los trabajadores de la pampa eran los altos precios de los productos expendidos en las pulperías, así como los fraudes cometidos en el peso.
En cuanto al sueldo: Los obreros encargados de la elaboración del salitre recibían por ello un jornal diario.
Fuente Bibliográfica:(ARNAD Ministerio de Hacienda vol. 3468, 25/04/1903, Memoria de la Delegación Fiscal de Salitreras. 70 Díaz, P., Op. Cit., página 314).